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KACHARIY SUXTA

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El barranco Costó volver a encontrarlo pero al fin y al cabo después de un año ahí estaba el mismo con la misma tierra magra el mismo perfume a vaca las huellas secas de los burros y la baranda inclinada, dudosa parca El suelo igual de rasposo bajo la piel y ella, renovada, sí pero cubriendo el mismo par de piernas el mismo par de pies un poco más cansados, seguro pero blandos Misma cicatriz Ahí abajito, lejos pero tremendo el río Iruya corría y tronaba, furioso mandaba por las paredes del barranco el grito del Poseidón coya que no quiere que pies extranjeros crucen sus aguas Y ahicito nomás del otro lado del río el otro camping el inmenso recortado sobre montañas grises pegado en un collage de atardecer de crayones y al igual que el año pasado personitas colgando ropa de colores robados a García Ferré Cuestión que me senté en el balcón barranco con la ayuda de la baranda torcida como el año pasado

KACHARIY PICHQA

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En abril El sol de abril de las diez entra por la ventana Se adentra e invade cada centímetro del escritorio de mi niñez y lo que es madera parece cobre lo que es rojo parece sangre El sol de abril de las diez y diez, entra por la ventana Acaricia cada hoja y cada palo del mate todavía seco y virgen El polvo brilla y más que pelusas, parecen estrellas Pelusas de estrellas El sol de abril de las diez y media entra por la ventana Fulgura los papeles de mi juventud y aun así llena menos espacio… Se debe estar yendo a otras ventanas El sol de las once ya no entra por la ventana Se materializan las caras de mi sombra Despierta la humedad dolorosa en la rodilla La espalda cruje en sus nervaduras de hoja caída Veo rostros en la madera que es madera En lo rojo que es rojo En el polvo que es sólo polvo y se burlan en el mate ya acuoso. La sombra me mira y se ríe Me da un beso en el cachete me deja de recuerdo una arruga Sabe que sé q

KACHARIY TAWA.

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Entre tijeras y relojes... me cabió cuando llegaste con tus zapatillas rotas y tu mochila sin cierre Me cabió tu pelo semi rojizo, tu look pseudo vikingo que crecía con los días y el desgaste de las hojas de la match 3 Me cabió cortarte el pelo en Cafayate esa cercanía entre tijera y chiste, entre faso y hambre (de tu boca, vos) Y de repente el espejo, testigo Infame Nos une, nos duplica, nos orgía Me cabió Vos adelante yo atrás tu pelo suave entre mis dedos Mi adelante y tu atrás Un todo reflejado entre la suciedad del baño de un camping Me cabió ese espejo borroso Que mentía una unión fuera de foco, como si fuéramos una sola cosa Amorfa Confusa Traidora Ese primer “te quiero” de voz temblorosa y vos tembloroso Pero así como las tijeras cortaban tus pelos el espejo separaba lo lindo de lo eterno lo etéreo de lo férreo El presente del regreso y tu posterior desinterés mi consecuente desamor Me re cabió.

KUTIRICHIY ISKAY.

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"ANALISTAS PELUDOS Volver al sillón del patio, como si se tratara de un diván, y como si ellos, los compañeros peludos, fueran mis psicólogos fieles y eternos. Comienza la sesión y, en un principio, reina el silencio. Un silencio completo, pero no de abandono ni desinterés, es más, un lamido comprensivo parece decir “largalo, que sino te quema por dentro”. Primero, respetan esas cristalinas gotas de angustia que brotan desde el cráter abierto en lo más profundo del pecho, y luego, entendiendo que ya estoy dispuesto a hablar, se acuesta ella, abajo, y él se sienta, con esa mirada llena de amor bruto, histérico e incondicional, y me mira. Brota de mi una verborragia incontrolada e incomprensible, que, sin embargo, no parece ser para ellos una limitante. Me escuchan con algún que otro movimiento lateral de cabeza y más lamidos comprensivos cada tanto. Lamidos que erizan la piel, y que transmiten tanto. La sesión termina y, liberado, me levanto del diván, les hago unos mimos ent

KACHARIY KINSA.

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PARO. Ya nadie nos para.  Te vamos a tirar a las patadas.  Esas mismas patadas que nos someten desde el comienzo de la "historia" (la del patriarcado).  Revolución en las calles, en las escuelas, los gremios y sindicatos, los trabajos, los colegios, las universidades. Revolución en nuestras casas, nuestros vínculos y nuestras camas. Revolución de, en y entre nosotras. A mi ya nadie me calla. Ni me silba. Ni me obliga a coger sin forro, ni a hacer cosas que NO quiero. Ya nadie me toca el orto, la cintura y el pelo. Ya nadie me estigmatiza por estar menstruando. Y si lo hacen... Yo que ustedes tiemblo.  Porque si nosotras paramos, el mundo se para,  Porque defendemos la alegría, y organizamos la rabia, Porque nos cansamos de tanta violencia y hoy decimos BASTA, Por todo eso y más, cada 8M la manada va a gritar: SOMOS LAS NIETAS DE LAS BRUJAS QUE NO PUDISTE QUEMAR !!!!!! 

KACHARIY ISKAY.

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YELLOW SUBMARINE. " Lo que tiene de lindo, lo tiene de gil" Me apareció una foto tuya en Facebook. No voy a mentir, me tomó por sorpresa. Me agarró desprevenida. Y en esa venida de tantas cosas, l a garganta se me inflamó con el nudo ácido de la angustia, l a panza me cosquilleó deseosa de tus mimos en mis brazos ese dedo tímido y torpe en mi cachete y de los míos en tu pelo despeinado y en ese tatuaje horrible l a cabeza me inauguró un corsódromo en el medio del cerebelo para que desfilen las comparsas "preguntas sin respuestas" y "contradicciones sin preguntas" ¿Qué es de tu vida? ¿Seguís igual de imbécil? ¿Estás con alguien? ¿Te tomó por sorpresa alguna foto mía la última vez que abriste el Facebook? ¿Te gusta mi recuerdo boludo de mierda?  Qué mal me hiciste.  Nota mental: no abrir más facebook mientras cago. 'Whatsapp  (2)'  'Y sí amiga.' 'Lo que tiene de lindo lo tiene de gil.'

KHUYAY ISKAY.

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Apoyo isquiático En el recóndito apoyo isquiático  les amantes se miran,  ríen, se sensorializan,  eyectan sus centros sin tocarse. La hora pico arrea ojeras e intolerancia. Pero ahí están les amantes. La hora pico junta chivos. Pero ahí están  les amantes. La hora pico esquila la paz de la tierra. Pero ahí están  les amantes. Entre todxs lxs cuerpxs sus cuerpxs sin tocarse. Y el apoyo isquiático como extensión metálica de sus huesos les une en un abrazo  que es la envidia y habladuría  de aquellas viejas de Villa Crespo. Pero ahí están  les amantes, se dan  un beso,  ajenos  a las miradas constantes. Sin erotismo y  sin tacto el conductor avisa que no va a parar en Avenida de Mayo.